Cuando yo era pequeño el lugar de comerse los hornazos era una tradición, el domingo tocaba en Marchena, el lunes a la Planá y el Martes a las eras.
Ahora la cosa se acorta al domingo de resurrección ya que el lunes hay que volver al trabajo, salvo algunas excepciones que aprovechan el lunes para hacer el "remate"(apurar lo que quedó el domingo).
Lo normal es pasar todo el día en el campo celebrando con tus amigos, hacer una paella, unas migas, una barbacoa, un choto o unas papas a lo pobre por ejemplo, y por la tarde comerse el hornazo acompañando el pan de aceite con el mismo huevo duro que contiene, con queso, jamón, embutidos y también con algo dulce como chocolate o las tradicionales uvas pasas.
El momento mas peligroso de la jornada es justo a la hora de la merienda, pues la tradición es romper el huevo cocido en la frente de algún despistado del grupo.¡ Prepara tu hornazo y cuida tu frente!!!